Coliving es un enfoque moderno de vivienda donde los residentes tienen sus propias habitaciones pero comparten áreas comunes como cocinas, baños y salas de estar.
Las reservas para vivir en comunidad han aumentado en los últimos años, impulsadas por una combinación de factores económicos, sociales y de estilo de vida. Para muchos, vivir en comunidad es una forma asequible de visitar lugares atractivos y explorar nuevos sin la presión financiera de un contrato de alquiler a largo plazo.
Además, a medida que el trabajo remoto y el nomadismo digital se generalizan, los espacios de convivencia se adaptan a quienes buscan comunidad y conexión, manteniendo al mismo tiempo un estilo de vida flexible. Esta red de apoyo integrada es la diferencia entre convivir y simplemente tener compañeros de habitación.
A diferencia de los acuerdos tradicionales de compartir apartamento, el coliving está diseñado teniendo en mente la comunidad y la colaboración. Es por eso que la mayoría de los colivings incluyen servicios y actividades que fomentan la interacción, como comidas comunitarias, talleres y eventos sociales.
Esta mentalidad comunitaria distingue el coliving de compartir un apartamento con compañeros al azar, donde las interacciones tienden a ser menos estructuradas (y dependen más de la dinámica personal).
Crear un ambiente seguro y agradable en un espacio de convivencia requiere una comunicación reflexiva y deliberada. Aquí tienes los 10 mejores consejos sobre el estilo de vida en convivencia que te ayudarán a lograr la armonía con tus nuevos compañeros de casa.
El primer paso para tener una experiencia de coliving exitosa es encontrar un lugar que se adapte a tus necesidades personales y profesionales. Después de todo, no todos los colivings son iguales. Algunos se centran más en actividades grupales y noches de juegos, mientras que otros están orientados a la productividad y el networking.
Antes de comprometerte con un espacio de convivencia, investiga un poco para entender la dinámica y busca lugares que se alineen con tus intereses y valores. De esta manera, sabrás que estarás rodeado de personas con ideas afines que te ayudarán a tener una estadía realmente gratificante.
Seamos realistas: vivir en espacios reducidos con otras personas puede ser un desafío, especialmente si estás acostumbrado a tener tu propio espacio. Por eso es importante establecer límites personales desde el principio, para evitar malentendidos o enfrentamientos innecesarios con un compañero de convivencia.
Intenta comunicar tus necesidades y preferencias al resto de la casa en cuanto a los niveles de ruido, los espacios compartidos y el tiempo personal. Tener un diálogo abierto sobre estos temas puede evitar conflictos y ayudar a mantener un entorno de convivencia tranquilo para todos los que viven allí.
Los espacios de convivencia suelen atraer a personas de diferentes orígenes, culturas y profesiones. Estar rodeado de una diversidad tan increíble es uno de los aspectos más enriquecedores de la convivencia, ya que te expone a nuevas perspectivas e ideas que de otro modo no podrías conocer.
Como residente, debes estar abierto a aprender de los demás y apreciar las diferencias que cada persona aporta, ya sea que eso signifique probar una nueva cocina o participar en un proyecto grupal. Esta es realmente la mejor manera de mejorar tu experiencia y formar conexiones más profundas con tus compañeros de casa.
La mayoría de los espacios de convivencia ofrecen una variedad de actividades mensuales, desde cenas grupales y talleres hasta noches de manualidades y salidas de fin de semana. Estas actividades son una manera increíble de conectarse con la comunidad, aprender una nueva habilidad y construir relaciones duraderas que pueden mantenerse durante años.
Dicho esto, no temas participar (aunque sea algo que esté un poco fuera de tu nivel de comodidad). Relacionarse con otras personas puede generar experiencias significativas y amistades que se extienden mucho más allá de tu estadía, por lo que siempre vale la pena presentarse y hacer lo mejor que puedas en lo que sea.
El coliving es una vía de doble sentido, es decir, se trata tanto de lo que aportas como de lo que obtienes a cambio. Si bien es una regla no escrita, todos son responsables de participar activamente en la casa y ayudar como miembros iguales de la comunidad de coliving.
Puede ser algo tan sencillo como ordenar la sala de estar, compartir su aplicación de trabajo remoto favorita u organizar una cena comunitaria una vez a la semana. Pequeñas contribuciones como estas contribuyen en gran medida a crear un ambiente positivo y, a menudo, dan lugar a vínculos más fuertes dentro del grupo.
Los espacios compartidos son un aspecto central de la convivencia, y ser consciente de estas áreas comunes es fundamental para mantener la paz. Todos en la casa deben hacer su parte para mantener limpias las áreas comunes *y* ser considerados con los horarios y las rutinas de los demás.
Por ejemplo, no monopolices la cocina durante las horas pico de comida y ten en cuenta los niveles de ruido si estás atendiendo una llamada en un espacio de trabajo compartido. Trata el convivencia como si fuera tu propia casa y recuerda que tus acciones tienen un impacto en la comunidad en su conjunto.
En pocas palabras, una buena comunicación es fundamental para una experiencia de convivencia positiva. Desde hablar de las reglas de la casa hasta compartir ideas y conocer a los compañeros de casa, ser claro y respetuoso en la comunicación ayuda a allanar el camino para un ambiente de convivencia tranquilo.
Aun así, a veces surgen conflictos por una razón u otra. ¡Esa es la realidad de vivir y trabajar junto a personalidades y normas culturales diferentes! Si esto sucede, aborde el conflicto con una mente abierta, escuche la perspectiva de la otra persona y busque un compromiso siempre que sea posible.
El concepto de coliving se basa en la adaptabilidad. Entre los espacios de coworking y las cocinas comunitarias, los colivers siempre dependen de recursos compartidos. Por ese motivo, hay que ser flexible en todo momento, es decir, hay que aceptar la imprevisibilidad que conlleva vivir en una comunidad.
Ya sea que se trate de adaptarse a diferentes rutinas o participar en eventos sociales espontáneos, la flexibilidad te ayudará a llevarte bien con los demás de la mejor manera posible. Sin mencionar que no te pondrás nervioso cuando llegue alguien nuevo o cuando el horario cambie a último momento.
Si bien vivir en un condominio fomenta la interacción social, también es importante reservar tiempo para uno mismo. Casi todo el mundo necesita una combinación de tiempo social y personal durante el día, así que no temas retirarte a tu habitación durante unas horas o dar un paseo en solitario para relajarte.
Un equilibrio saludable entre socializar y pasar tiempo contigo mismo te ayudará a evitar el agotamiento y garantizará que disfrutes al máximo de tu experiencia de convivencia. Recuerda que, incluso cuando vivas en una comunidad, debes cuidarte y hacer de tu salud mental una prioridad.
El convivencia ofrece una oportunidad única de crecimiento personal. Cuando vives con personas de orígenes diversos (cada una con sus propias perspectivas y experiencias vividas), es inevitable que amplíes tu mente de maneras que nunca imaginaste.
Mantente abierto a aprender de tus compañeros de casa y dispuesto a adaptarte a nuevas situaciones. El convivencia puede desafiar tus nociones preconcebidas y sacarte de tu zona de confort, que es en definitiva donde el crecimiento personal y profesional tiene espacio para florecer.
Ruralco es más que un lugar para quedarse: es una comunidad próspera que encarna el espíritu global de convivencia. Al recibir a convivencias de todos los rincones del mundo, Ruralco ofrece a los trabajadores remotos y nómadas digitales la oportunidad de experimentar el intercambio cultural , fomentar conexiones significativas y vivir en un hermoso entorno rural.
¿Quizás estés buscando un retiro tranquilo , un entorno de trabajo colaborativo o una nueva forma de conectar con personas con ideas afines? Si te sientes identificado con este tema, Ruralco ofrece la combinación perfecta de comunidad, comodidad y aventura. Únete al creciente número de colivers que han encontrado su hogar lejos de casa en Ruralco y descubre las muchas alegrías de vivir en comunidad en zonas rurales.
Obtenga más información sobre los pormenores del estilo de vida coliving con la ayuda de nuestra sección de preguntas frecuentes.
Para tener la mejor experiencia de convivencia posible, es importante establecer una comunicación clara con tus compañeros de casa, mantener la limpieza en las áreas compartidas y respetar la privacidad de todos. Establecer límites y ser considerado con los horarios de los demás puede hacer que tu tiempo no solo sea agradable, sino también muy memorable.
Cuando vives en un condominio, la creación de un sentido de comunidad comienza con actividades grupales regulares, comunicación abierta y voluntad de interactuar con los demás. Organizar comidas comunitarias, organizar noches de juegos o simplemente pasar tiempo en espacios compartidos puede ayudar a construir relaciones sólidas y duraderas.
Si surgen conflictos en un espacio de convivencia, es fundamental abordar el problema con calma y directamente con la persona involucrada. La comunicación abierta y la escucha activa pueden ayudar a resolver muchos malentendidos, pero, si es necesario, puede involucrar a un tercero neutral para que lo ayude a llegar a un acuerdo.